El 15 de noviembre de 2021,  Cuba anunciaba su reapertura gradual al turismo y flexibilizaba los protocolos higiénico-sanitarios que fueron establecidos para la llegada de turistas debido a la pandemia de coronavirus, dejando de exigir a los viajeros vacunados una PCR negativa. La expansión de ómicron obligó a restablecer dicho requisito. “Teniendo en cuenta el incremento que se ha producido de los viajes internacionales desde el 15 de noviembre, así como el alto poder de diseminación de esta nueva variante, que tiene la capacidad de duplicar el número de casos en apenas dos o tres días, se ha decidido modificar las medidas de control sanitario internacional en nuestro país y adoptar otras de carácter general, que serán efectivas a partir del próximo 5 de enero”, señalaron desde el Ministerio de Salud en un comunicado.

Los viajeros internacionales deben presentar en el momento de ingreso a la isla obligatoriamente un comprobante de vacunación completo y el resultado negativo de un test PCR. Están exentos los menores de 12 años, así como aquellos adultos que por causas médicas, y debidamente certificadas, "no puedan ser vacunados con ninguna de las vacunas aprobadas hasta hoy por las agencias reguladoras correspondientes".

En el caso de los residentes cubanos que no posean el esquema de vacunación completo, podrán ingresar al país pero, además del test previo al viaje, serán sometidos a otro en el punto de arribo y realizar aislamiento obligatorio por ocho días en un hotel designado por el gobierno, estando a su cargo los costos de alojamiento y transporte. El día siete de aislamiento deberán realizarse un tercer PCR que, de ser negativo, habilitará el fin del aislamiento.

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La isla ya tiene al 86,5% de su población con el esquema de vacunación completa, 9.306.067 personas con dos dosis y 8.945.622 con tres dosis, según reportó el lunes  3 de enero el Ministerio de Salud Pública de Cuba.