El lunes, Trump dio su aprobación a un plan, que todavía requiere la aprobación del Congreso,  que impulsa la privatización del sistema de control de tráfico aéreo en el país, señalando que es la mejor manera de modernizar el sistema.
 
La industria aérea respondió favorablemente a esta propuesta en la cual se toma como referencia a Canadá, que privatizó su propio sistema de control del tráfico aéreo en 1996 implementando un modelo de asociación público-privado. Otros países como Australia, Alemania, Nueva Zelanda y Suiza han seguido su ejemplo.
 
La privatización ha tenido durante mucho tiempo un fuerte apoyo entre las compañías aéreas americanas que consideran que el cambio también reduciría los costes y el consumo de combustible para las aerolíneas. La iniciativa pretende reemplazar el uso del radar con base en tierra por herramientas de GPS más precisas y eficientes.
 
“Nos va a permitir mejorar los servicios de tráfico aéreo en Estados Unidos, que es algo que ya se requiere desde hace mucho tiempo. Es un espacio aéreo saturado que causa congestión debido a este tipo de infraestructura”, dijo Peter Cerda, vicepresidente regional para las Américas de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), durante la 73 Asamblea General de esta organización que se celebra en Cancún.

"Vivimos en una era moderna, pero nuestro sistema de control de tráfico aéreo se ha quedado atascado, dolorosamente, en el pasado", mencionó Trump a funcionarios del departamento de transporte. "Los estadounidenses pueden esperar viajar más barato, más rápido y más seguro implementando los cambios necesarios, destacó."