Japón todavía mantiene fuertes restricciones al turismo extranjero, y requiere actualmente que todos los que llegan al territorio presenten a su llegada un test negativo realizado dentro de las 72 horas previas al embarque en su país de partida. "Estamos estudiando la dirección de las medidas fronterizas para entrar próximamente en una nueva fase", dijo en rueda de prensa el portavoz gubernamental nipón, Hirokazu Matsuno, quien confirmó que se encuentran revisando el requerimiento de test y el número diario de llegadas al país.

Japón mantiene igualmente un cupo limitado de llegadas diarias de 20.000 personas, el requerimiento de un certificado de PCR negativo en Covid (no son válidas pruebas de antígenos) y mantiene suspendidos la mayor parte de sus acuerdos bilaterales de exención de visados.

Las medidas vigentes dificultan los viajes de negocios y turísticos, especialmente a visitantes extranjeros no residentes en el país, quienes actualmente sólo pueden entrar con fines turísticos, en principio, solicitando visado a través de alguna de las agencias de viajes autorizadas por el Gobierno y con un guía, y en grupos muy reducidos.

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Tras una pausa de dos años debido a la pandemia, Japón reabrió sus puertas al turismo el pasado 10 de junio, pero con estrictas condiciones. Por ejemplo, los turistas que viajan a Japón, además de la PCR, están obligados a llevar mascarilla en todo momento, así como desinfectarse las manos frecuentemente y contratar un seguro médico antes de su viaje.