Con esta ampliación Azul se propone mejorar la eficiencia operativa y minimizar el tiempo que las aeronaves están en tierra, maximizando su uso en el aire. Con la utilización del sistema “WeSafer On-Time Performance”, utilizado desde marzo del presente año se monitorean más de diez procesos durante el tiempo que el avión está en tierra, optimizando el finger docking (que es el puente donde los clientes embarcan y desembarcan). 

Azul ya ha conseguido identificar el momento exacto en el que se realiza la conexión con el avión, por lo que puede mejorar los procesos, agilizando incluso el desembarque, con el objetivo de reducir el tiempo en tierra y mejorar la experiencia del cliente. Otro proceso monitorizado es la llegada de la baliza (profesional conocido como señalizador de tierra), que desempeña un papel vital en el apoyo en tierra. La baliza se encarga de guiar al avión hasta la posición de parada, lo que ayuda a optimizar el tiempo y, en consecuencia, el consumo de combustible durante el proceso de parada.

“La supervisión manual ha sido sustituida por el control automatizado, integrando cámaras, redes, IA y soluciones en la nube para la gestión continua de los procesos, garantizando la seguridad y reduciendo los gastos”, afirma Daniel Tkacz, vicepresidente de Operaciones de Azul. “De forma automática, la solución garantiza una gestión continua del rendimiento de los procesos, 24 horas al día, siete días a la semana, lo que permite a los empleados centrarse en tareas de mayor valor. Una mayor eficacia en los ciclos de preparación entre un aterrizaje y el siguiente despegue aumenta la utilización de los aviones”, añadió Tkacz.

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